A pesar de lo que susurren al oído de algunos sus amigos imaginarios, sólo tenemos una vida. Puede parecer poco, pero es una vida autoconsciente. La leche.
Darnos cuenta de eso podría empujarnos a tratar de vivirla al máximo, aprovechar cada instante, y no habría mejor forma de hacerlo que planificando cuidadosamente nuestros actos y estar siempre preparados; ¿no? Discrepo. Cómo vivimos las experiencias es tan importante como qué experiencias vivimos. Llevar todo preparado al detalle mata parte del interés, el pulso ya no se acelera del mismo modo. Peor aún, nos puede llevar a creer que hemos controlado el hazar, y hacer que cuando lo inesperado suceda, no sepamos reaccionar.
Me encanta improvisar. Voy a presentar un trabajo en clase en unos minutos, y nadie me habrá visto practicar delante del espejo. Si supiese de antemano todo lo que va a suceder, las preguntas, las reacciones, posiblemente no debería presentar, sino ir al cine. Después de todo, el hacerlo ya no aportaría nada.
Me gustaría que el resto de mi equipo comprendiese mi punto de vista...
Tonterías que escribo cuando me aburro. No, cuando me aburro mucho.
viernes, 24 de septiembre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
Supongo que soy de esos dispuestos a pagar por un buen servicio
Esta mañana he llevado mi impresora estropeada a la tienda donde la compré, Best Buy. Tras comprobar que ya no funcionaba, y que habían pasado 20 días desde el fin de la garantía, me ofrecían tirarla a la basura, o cobrarme $35 por mirarla y darme un presupuesto de reparación (nueva me costó $90). La impresora es HP, una compañía que gana bastante más dinero vendiendo cartuchos de tinta que impresoras. Lamentablemente para ellos ya no compraré ninguno para ésta, y me lo pensaré mucho antes de comprar otro producto suyo. Es bastante probable que hayan perdido un cliente.
A continuación me pasé por la Apple store porque el conmutador que silencia mi iPhone ha dejado de funcionar. Tras verificar que el teléfono también estaba fuera de garantía por menos de un mes, me preguntaron si lo había sincronizado hace poco con el ordenador o si tenía alguna información en el teléfono que no estuviese dispuesto a perder. Les dije que no y me dieron otro teléfono nuevo. Gratis. Cuando mi ordenador particular esté para jubilarse, probablemente lo sustituya por otro mac, o si aún tengo acceso a un portátil de empresa, por un iPad, o lo que hagan entonces.
Supongo que soy de esos dispuestos a pagar por un buen servicio.
A continuación me pasé por la Apple store porque el conmutador que silencia mi iPhone ha dejado de funcionar. Tras verificar que el teléfono también estaba fuera de garantía por menos de un mes, me preguntaron si lo había sincronizado hace poco con el ordenador o si tenía alguna información en el teléfono que no estuviese dispuesto a perder. Les dije que no y me dieron otro teléfono nuevo. Gratis. Cuando mi ordenador particular esté para jubilarse, probablemente lo sustituya por otro mac, o si aún tengo acceso a un portátil de empresa, por un iPad, o lo que hagan entonces.
Supongo que soy de esos dispuestos a pagar por un buen servicio.
martes, 31 de agosto de 2010
Los clásicos
La diferencia entre los clásicos y los autores contemporáneos es la misma que entre el vino y el mosto: tiempo. El tiempo hace de filtro, a veces lentamente, a veces de forma abrupta, y permite ahorrarnos esas locuras colectivas llamadas modas. Esta selección es aún más importante hoy en día, con la avalancha continua de información a la que somos sometidos. Así que a no ser que seas una de esas personas que disfrutan más comprando lotería que ganándola, abandona este blog y busca un buen clásico.
Diversity
Ahora que se acerca mi regreso a la Universidad de Chicago, con su obsesión por la diversidad (obsesión compartida por todas las instituciones educativas del país), no puedo resistirme a compartir la mejor definición de diversidad que recuerdo.
Perú
Estoy a punto de coger (sí, coger) un avión en el aeropuerto de Lima y así abandonar este país. Durante estos días he podido conocer algunos de los restos arqueológicos más importantes de Perú, y he escuchado con atención las explicaciones de los guías. Todos, sin excepción, coincidían en el carácter idílico de las sociedades precolombinas (tal vez debería decir, prepizarrianas). Antes de llegar los españoles, nadie moría de hambre, no había clases sociales, la concordia reinaba, y la expansión inca fue pacífica y se basó en la integración de lo mejor de cada pueblo. Detecté algunas inconsistencias sin importancia, como el hecho de que los enterramientos no fuesen los mismos para todo el mundo, que deformarse el cráneo pudiese indicar el rango social (¿no habíamos quedado en que no había clases?), que se diese la práctica de los sacrificios humanos (un guía hablaba de vírgenes, otro de los nacidos en el mes de Agosto -?????-) o que existiesen armas y que los españoles se aprovechasen de la división provocada por una guerra civil para dominar el imperio.
Al parecer la astronomía inca no ha sido igualada a lo largo de la historia, si bien no se dieron cuenta que el lucero matutino y el vespertino correspondían al mismo planeta -Venus-. Me sorprendió la influencia que tenía la astronomía en su cultura, incluyendo la planificación urbana, pero no creo que sea algo excepcional tratándose de una sociedad fundamentalmente agraria. Tampoco se comprende cómo es posible que construyesen obras en fábrica sin argamasa en los siglos XIII - XV (supongo que el acueducto de Segovia lo hicieron los marcianos unos cuantos siglos antes), o cómo sus construcciones estaban adaptadas a entornos de elevada sismicidad (¿alguien está familiarizado con el concepto de prueba y error?). En resumen, me da la sensación que la cultura peruana prehispánica tiene muchos puntos en común con la nepalí y el antiguo egipto, pero puede que me equivoque.
Lo que no se puede negar es que la mayoría de la población peruana percibe el periodo colonial como una etapa traumática durante la cual fueron despojados de su cultura. Me frustra que no conozcamos más de las culturas presentes antes de la llegada de Pizarro, y creo que las cosas se podrían haber hecho mucho mejor, pero no creo en el mito del buen indígena. Creo que es necesario repensar las instituciones y leyes peruanas y hacerlas compatibles con el sistema de valores imperante en la gran mayoría de la población para que esta sociedad adquiera todo su potencial. No es fácil, porque sin capitalismo no alcanzarán un nivel de desarrollo comparable al de otras naciones, y el modelo de capitalismo más generalizado es el occidental, pero estoy convencido de que vale la pena.
Al parecer la astronomía inca no ha sido igualada a lo largo de la historia, si bien no se dieron cuenta que el lucero matutino y el vespertino correspondían al mismo planeta -Venus-. Me sorprendió la influencia que tenía la astronomía en su cultura, incluyendo la planificación urbana, pero no creo que sea algo excepcional tratándose de una sociedad fundamentalmente agraria. Tampoco se comprende cómo es posible que construyesen obras en fábrica sin argamasa en los siglos XIII - XV (supongo que el acueducto de Segovia lo hicieron los marcianos unos cuantos siglos antes), o cómo sus construcciones estaban adaptadas a entornos de elevada sismicidad (¿alguien está familiarizado con el concepto de prueba y error?). En resumen, me da la sensación que la cultura peruana prehispánica tiene muchos puntos en común con la nepalí y el antiguo egipto, pero puede que me equivoque.
Lo que no se puede negar es que la mayoría de la población peruana percibe el periodo colonial como una etapa traumática durante la cual fueron despojados de su cultura. Me frustra que no conozcamos más de las culturas presentes antes de la llegada de Pizarro, y creo que las cosas se podrían haber hecho mucho mejor, pero no creo en el mito del buen indígena. Creo que es necesario repensar las instituciones y leyes peruanas y hacerlas compatibles con el sistema de valores imperante en la gran mayoría de la población para que esta sociedad adquiera todo su potencial. No es fácil, porque sin capitalismo no alcanzarán un nivel de desarrollo comparable al de otras naciones, y el modelo de capitalismo más generalizado es el occidental, pero estoy convencido de que vale la pena.
jueves, 12 de agosto de 2010
Política y transparencia
A los economistas les encanta hablar de los conflictos principal-agente. Básicamente consiste en que a menudo, los intereses de un agente y su principal divergen, y eso suele dar problemas. Ejemplos clásicos serían el de los accionistas y los gestores de las empresas, tu jefe y tú, o los políticos y sus electores.
A los accionistas les gustaría que los gestores dedicasen todo su esfuerzo a aumentar el valor de sus acciones, mientras que a los gestores les puede interesar más jugar al golf, viajar en un jet privado a costa de la empresa, o lanzarse a comprar empresas para satisfacer sus ansias de construir imperios. Del mismo modo, a los electores les gustaría que los políticos se dedicasen a suministrar una serie de servicios públicos al mínimo coste, y legislasen con el fin de facilitar la actividad de la sociedad sin interferir en exceso. A los políticos les puede interesar más aumentar sus poderes para satisfacer el pequeño dictadorcuelo que habita en su interior, discutir y hacer ruido en lugar de trabajar, viajar por todo el mundo a costa del erario público, aumentar las dietas, o multiplicar el número de cargos públicos y funcionarios, incrementando así su capacidad de influencia y sensación de poder.
Si tu jefe pudiese controlar en todo momento qué haces o los accionistas lo que hacen sus gestores, no habría ningún problema. Pero la asimetría en la información está en la raíz de este tipo de conflictos. El director general de una empresa la conoce mucho mejor que sus accionistas, y en general puede servirse de esta ventaja para actuar según sus propios intereses. Para tratar de reducir esta asimetría de información, se establecieron una serie de normas contables, de modo que aunque no son perfectas, permiten que la información sobre el estado de la empresa fluya hacia los accionistas.
Del mismo modo, deberíamos establecer una serie de normas "contables" para que los gobiernos reporten a sus ciudadanos periódicamente. Mayor transparencia en los datos que se transmiten, y más facilidad para analizarlos y compararlos permitirían a la sociedad decidir qué problemas importan y cuáles no tanto, y sobre todo, juzgar mejor la labor de los políticos. No hace falta inventar nada, simplemente implementarlo. Por ejemplo:
- CapitalIQ: para aquellos que estéis familiarizados con esta herramienta comprenderéis porqué sueño con que pueda haber algo parecido para las administraciones públicas. Imaginad una simple hoja excel interactiva que os permita analizar todos los gastos incurridos por la administración (así como el presupuesto para el año próximo). La hoja os permitiría ver el nivel de detalle que queráis. ¿Que quieres ver cuál ha sido el gasto en medio ambiente el año pasado? Lo tenéis. ¿Que quieres saber cuánto se gastó en repoblación en la Sierra de Gata, y cuánto de eso fue salarios, cuanto transporte, ...? Lo tienes.
- Gapminder: a nivel más macro, sería maravilloso implantar algo parecido a esta web para las administraciones públicas. Deberían incluirse todas las administraciones, no sólo la nacional, para permitir comparaciones entre comunidades autonómas, entre ayuntamientos... Permitiría además ver tendencias históricas.
Habrá quien tenga dudas acerca de las posible manipulación de los datos (clasificación interesada de las partidas...). Para evitarlo, sería conveniente que todos los datos estuviesen también disponibles en bruto (a nivel de los tickets de restaurante que pase cada concejal, con nombre y apellidos), y la primera comprobación sería que el total sumase todo el dinero gastado por cualquier organismo público.
lunes, 9 de agosto de 2010
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