martes, 2 de noviembre de 2010

Y ya puestos a reconocer cambios de opinión...

Dado que acabo de reconocer que me he vuelto más idealista con los años, supongo que es un buen momento para hacer público que hace unos años que cambié de opinión sobre el papel de la energía nuclear. Antes pensaba que era una alternativa viable para solucionar nuestros problemas energéticos. Hoy, no. El causante del cambio fue este informe que redactaron personas que dedicaron algo más de tiempo que yo a pensar sobre este asunto:

 http://web.mit.edu/nuclearpower/

Aprovecho también para explicar que no veo nada malo en cambiar de opinión, y eso me lleva a reflexionar sobre por qué la mayoría de las personas que conozco no disfrutan discutiendo.

No sé por qué, mucha gente confunde la idea con el sujeto que la defiende, e identifican un ataque a sus ideas con un ataque personal. Nada más lejos de la realidad. Básicamente, dos ideas pueden ser compatibles o no (bueno, aceptaré la posibilidad de una compatibilidad parcial). Cuando dos personas poseen opiniones incompatibles respecto a un mismo asunto, lo ideal es que debatan, cada cual tratando de destruir los argumentos del rival con los propios. Si una de las partes tiene suficientes argumentos a favor, su idea debería ser reconocida como superior, y aceptada por los dos. Es así, mediante un proceso de competencia entre ideas que podemos aspirar a tener un conjunto de ideas "mejores" con el tiempo. Sin embargo este proceso no suele ser así de fluido. Los participantes en el debate tienden a confundir objeto con sujeto, atacan al otro, y se sienten ofendidos cuando sus ideas son atacadas. Parece que cierto cariño hacia las ideas adquiridas impide que las dejemos morir, curisoso, teniendo en cuenta que todas nuestras ideas fueron adquiridas en algún momento. Esto parece acentuarse cuando la discusión trata sobre política o religión (muchas personas llegan incluso a considerar la discusión sobre temas religiosos como un tabú).

A lo largo de mi vida he cambiado de ideas muchas veces, y espero que siga siendo así. Me gustaría que los demás lo asumiesen con la misma naturalidad. Nos evitaríamos muchos conflictos.

2 comentarios:

Tyler Durden dijo...

Bienvenido al club de "no somos más que un puñado de idiotas flotando en el extremo de la galaxia"

Jose dijo...

Agradezco la bienvenida, caballero.