Como siempre, la receta detallada requerirá de un análisis profundo, y será necesario experimentar con varias alternativas, pero mi propuesta iría por estas líneas:
- Atraer a candidatos de todas las escuelas, no necesariamente sólo de las de pedagogía. A enseñar se aprende enseñando, no sólo en la universidad. Para ello hará falta subir el sueldo de entrada, aunque sea a costa de una menor progresión con el tiempo o de un mayor número de alumnos por profesor. Un buen profesor dará mejor educación a 40 niños que dos mediocres a 20 cada uno.
- Preocuparse por la formación continua de los profesores. Esto incluiría la asistencia a clases de colegas para que las mejores prácticas se diseminen lo antes posible. Un esquema sensillo consistiría en que una vez por semana, cada profesor asistiese a la clase de un colega, y tras ella mantuviese una reunión con él para discutir acerca de qué cosas ha visto que hace diferente... Estos intercambios se deberían hacer tanto dentro del centro, como con otros centros.
- Rediseñar el sistema de compensación, incluyendo una componenete variable, en función del desempeño.
- Aunque esto pueda resultar utópico, hacer del despido una posibilidad.
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