lunes, 9 de agosto de 2010

La educación en España (VII)

Este va a ser la penúltima entrada que hago sobre la educación, que ya comienza a ser cansino el tema...

Otro problema creo tiene el sistema educativo en España, que ha surgido en los últimos años, y que no deja de ser un reflejo de nuestra sociedad, es lo poco que se valora el esfuerzo. Para luchar contra el fracaso escolar, se baja el nivel. Si a los niños no les gustan las matemáticas, es porque no se las enseñan actores disfrazados de Pokémon. Lo importante es que las cosas tienen que ser fáciles, no vaya a ser que el niño tenga que sentarse a pensar durante media hora y se frustre.

Porque es fundamental que nadie se sienta fustrado. Si un chico de 18 años quiere ser, por ejemplo, teleco, debe serlo. Da igual si existe suficiente demanda, se abren más escuelas (lo que permite satisfacer la necesidad de cada capital de provincia de tener una universidad) y ya está. Si después de una serie de años de estudio, tiene que acabar trabajando de dependiente en una cadena de ropa, mala suerte. España, con una industria aeronáutica que factura menos de un quinto que la francesa, tiene 5 escuelas frente a 3, y es posible que ya gradúe más ingenieros.

La verdad es que los problemas interesantes son los más difíciles, y necesitamos acostumbrarnos a enfrentarnos a problemas difíciles. Necesitamos una sociedad del esfuerzo. Y es mejor que un chaval afronte la fustración de no poder entrar en una facultad determinada con 18 años (por cierto, porque otros chavales consiguieron mejores resultados que él) a dilapidar recursos masificando una determinada formación, que después no se va a adaptar a lo sus necesidades, y que posiblemente sea de peor calidad.

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